martes, 27 de septiembre de 2016

LA SÉPTIMA CUERDA, Manuel Ramos



La séptima cuerda
Manuel Ramos
Esdrújula Ediciones
Granada, 2016




           Manuel Ramos (Sevilla, 1974) es guionista y director cinematográfico. Ha publicado varios libros, entre ellos Tres cipreses, su anterior novela que ha sido publicada tanto en España como en Cuba.

           Empeño, constancia, dedicación, amor, pasión, los ojos que miran al frente y saben lo que quieren. El alma de Daniel puede describirse de esta manera. A lo largo de la historia, además de pasearnos por Sevilla con distintas personalidades del flamenco, el protagonista da cuenta de sus inquietudes y deseos, de cómo quiere configurar su futuro. 
           También La séptima cuerda es un retrato de la sociedad: la madre de Daniel, Concha, quiere que estudie una carrera porque así tendrá un porvenir "asegurado":
           - Créeme, mamá, ahora mismo solo estoy seguro de una cosa y es que la música es mi vida. Siento cada nota, cada falseta, cada palo flamenco... Te prometo que lo he intentado, de verdad, he terminado el instituto y cada hora que pasaba machacándome estudiando otras cosas, sentía una enorme tristeza... (Página 71)
           Cabeza y corazón se encuentran aquí. La primera es representada por Concha y la segunda por Daniel que lucha por convertirse en un guitarrista flamenco.

           La novela es un claro ejemplo de la concepción que tiene la sociedad sobre el arte. Los padres de Daniel se enfadan con él porque quiere estudiar música. A nuestro parecer La séptima cuerda nos quiere hacer ver que aunque el camino del arte es díficil es igual de importante que cualquier otro; que requiere el mismo esfuerzo, dedicación y estudios que el resto; que la vida del artista es complicada, inestable, pero ¿por qué renunciar a los que nos apasiona?


- No necesito ningún título para tocar. La música es libre, como nosotros, y usted reprime cualquier intento de creatividad. No somos máquinas, don Javier, pero usted se empeña en enseñar como si esto fuese una clase de matemáticas. Técnicamente, saldrán de esta escuela buenos intérpretes, no lo dudo, pero nunca podrán crear algo nuevo porque hay algo muy importante que usted jamás podrá transmitirles. (Página 64)

             

lunes, 19 de septiembre de 2016

SONETOS, William Shakespeare



Sonetos
William Shakespeare
Navona Editorial
Barcelona, 2016




           William Ospina (Herveo, Tolima, 1954) es un escritor, periodista, y traductor colombiano. Ha escrito varios ensayos sobre Lord Byron, Edgar Allan Poe o Emily Dickinson. Ha obtenido varios premios como el Premio Nacional de Poesía (1992) o el Premio Rómulo Gallegos (2009).

           William Shakespeare utiliza la locución latina tempus fugit para hablar del paso del tiempo, su preocupación por la belleza, la estética, el aspecto físico más que por la vejez en sí cercana a la muerte: "Mira en tu espejo y dile a ese rostro que llevas: / "Ya es tiempo que este rostro le dé a otro su gracia"".

           A menudo se cuestiona la pervivencia de sus versos; si se olvidarán cuando él ya no esté o si alguien los recogerá. Podría plantearse como una preocupación pero la sensación que nos transmite el inglés no es esa. Más bien es el deseo de conocer lo que sucederá en el futuro.

           El amor, como no podía ser de otra manera, también está presente a lo largo de toda su poesía. Sin embargo, no es un canto a la persona amada, como suele ser lo habitual, sino un acto de protección hacia la amada: "Por tu amor yo declaro la guerra al tiempo ciego, / Y lo que él te arrebata, de nuevo te lo entrego".

           William Ospina ha hecho una maravillosa selección de los sonetos de William Shakespeare mostrando temas que se unen entre sí como son la belleza y el amor, el pasado y el futuro. A través de ellos podemos ver al poeta inglés, sus inquietudes, sus anhelos y sus miedos. En suma, Ospina logra dibujar y recoger el alma de Shakespeare.


XXXIII


Full many glorious morning have I seen
Flatter the mountain-tops with sovereign eye,
Kissing with golden face the meadows green,
Gilding pale streams with heavenly alchemy;
Anon permit the basest clouds to ride
With ugly rack on his celestial face,
And from the forlorn world his visage hide,
Stealing unseen to west with this diisgrace:
Even so my sun one early morn did shine
With all-triumphant splendour on my brow;
But, out, alack! he was but one hour mine,
The region cloud hath mask'd him from me now.
           Yet him for this my love no whit disdaineth;
           Suns of the world may stain when heaven's sun staineth.



33


Más de una vez he visto que la gloriosa aurora
Acaricia las cumbres con sus ojos ardientes;
Besa con rostro de oro el valle verde, y dora
Con celestial alquimia los pálidos torrentes;
Y he visto luego nubes ruines que han escondido
Bajo sucios jirones esa cara celeste,
Y cómo, hurtando el rostro a este mundo perdido,
Inadvertida escapa, deshonrada, al Oeste.
También mi sol brillando se levantaba un día,
Con todo su triunfante filgor sobre mi frente,
Pero, ay, solo una hora su plena luz fue mía,
La región de las nubes la enmascara al presente.
           Mas no siente desdén, mi amor, ni desconsuelo;
           Mi sol puede eclipsarse, si se eclipsa el del cielo.



CONTRA LAS COSAS REDONDAS, Jesús Jiménez Domínguez



Contra las cosas redondas
Jesús Jiménez Domínguez
La Bella Varsovia, 2016




           Jesús Jiménez Domínguez (Zaragoza, 1970), escritor cuyos poemas han sido recogidos en numerosas antologías y traducidos a otros idiomas. Entre sus obras destacamos Fundido en negro (Premio Hermanos Argensola, 2007) o Frecuencias (Premio Ciudad de Burgos, 2012).

           Contra las cosas redondas está compuesto por cinco partes: "Ante", "Bajo", "Cabe", "Con" y "Contra". A lo largo de todas ellas el poeta repliega toda una variedad de recursos siendo la metáfora la que da color a sus poemas. Con ella, y con el resto, Jiménez Domínguez muestra una especie de rebeldía ante las cosas redondas, la perfección, la pulcritud estética. El zaragozano hace un canto a la naturalidad de la vida, de los cuerpos, de las situaciones. Para ello sacará al lector de su zona de confort para que observe otras realidades, otros mundos que viven en uno sólo; por eso, el lector se encontrará con nuevos escenarios que siempre estuvieron a su alcance pero sus sentidos dormidos le impidieron ver.

           El paso del tiempo, el tiempo que se ha vivido, la juventud, el ayer forman un eje importante en los poemas de Contra las cosas redondas como se puede apreciar en "La máquina del tiempo", "Piñata negra" o "Parque de atracciones". En ellos el poeta nos hace ver todo lo que no vimos en su momento y nos invita a que seamos más observadores en el presente.

           Jesús Jiménez Domínguez nos dibuja un mundo con el que poder soñar y edificar nuestros deseos. Es capaz de aunar distintos puntos de vista e incluso nos atreveríamos a decir distintas realidades. El poeta sabe remover nuestro mundo interior a la perfección.



VISTA ATRÁS CUANDO MARCHÁBAMOS


Con aquellas lluvias de otoño
y este sol de invierno,
sobre la caseta del enterrador
ha brotado una segunda casa,
aunque más oscura y pequeña
y con la puerta en el techo.

Apenas él vuelve del trabajo
-la mitad del cuerpo mojado en luz
y la otra todavía en penumbra-,
la negra bufanda del humo marcha,
sombría funcionaria, a su oficina
más allá de los cipreses,
del aire helado y de la nada.


LA GENERACIÓN DEL 14: ESPAÑA ANTE SU MODERNIDAD INACABADA. Hugo Aznar, Elvira Alonso Romero, Manuel Menéndez Alzamora.



La Generación del 14: España ante su modernidad inacabada
Hugo Aznar, Elvira Alonso Romero, Manuel Menéndez Alzamora
Plaza y Valdés Editores
Pozuelo de Alarcón, 2016




           La Generación del 14: España ante su modernidad inacabada es una edición de Hugo Aznar, Elvira Alonso Romero y Manuel Menéndez Alzamora.

           La Generación del 14 como bien explica José Peña González debe su nombre a Lorenzo Luzuriaga, denominándola de tal manera en un artículo publicado en la revista argentina Realidad.

           Podríamos decir que el eje vertebrador de esta generación fue Unamuno, quien fue fuente de inspiración y modelo para todos los integrantes de la Generación del 14. 
           Por otro lado,  hay que destacar el papel de la mujer en la sociedad de esta época. Comienzan a hacerse escuchar y a ser vistas en ámbitos reservados anteriormente sólo para el sexo masculino como, por ejemplo, la política. La mujer reivindica en estos años su lugar, su identidad, su espacio, su educación y, por ende, su futuro y presente. Sus voces ya van ganando peso a pesar de que algunas por la educación e ideología recibidas lo veían como algo "fuera de lugar" que no llevaría a ningún lado.

           La Generación del 14 abre paso a un nuevo pensamiento, una nueva racionalidad, tratando a todos por igual y que lo que prevalezca sea la educación y el progreso. La figura de Ortega y Gasset en este sentido fue fundamental en el grupo para la transformación de las inquietudes de la sociedad, para su despertar y el descubrimiento de una vida diferente.

           Aznar, Alonso Romero y Menéndez Alzamora nos acercan y adentran magistralmente en el corazón de la Generación del 14 haciéndonos conscientes y partícipes de la historia de nuestro país, del empeño y deseos de tantas personas por una España más libre, independiente y sabia intelectualmente hablando.







           

miércoles, 14 de septiembre de 2016

LOS BESOS EN EL PAN, Almudena Grandes



Los besos en el pan
Almudena Grandes
Tusquets Editores
Barcelona, 2015




           Almudena Grandes (Madrid, 1960) es escritora, columnista del diario El País y contertulia en la sección Hoy por hoy de la Cadena Ser. Entre sus novelas podemos destacar Malena es un nombre de tango (1994), Atlas de geografía humana (1998), Los aires difíciles (2007) o El corazón helado (2007).

           En Los besos en el pan Almudena Grandes dibuja la silueta de la situación y/o sociedad española actual. En ella encontramos, por ejemplo, a Antonio. En su caso, no sólo pesa la falta de trabajo sino también la falta de una compañera:
"Él no trabaja, pero pone el despertador todas las noches, igual que antes, porque no puede permitirse en su derrota la humillación suprema de quedarse en la cama hasta el mediodía. Además, al despertar siempre tiene sed, pero sobre todo soledad, tanta y tan variada que no puede con ella. Por eso va al bar, para estar rodeado de gente, para que el dueño le salude por su nombre"
           La escritora hace una llamada de atención. Es un canto a la vida misma, al derecho de vivir. Para cada situación problématica o de malestar Almudena encuentra la pieza clave para que esa situación no cojee, no se quede desamparada. Al igual que dibuja las dificultades por las que atraviesa la sociedad española, también traza el lado bueno de ella: la solidaridad, la empatía, la ilusión y deseo de conseguir lo que un día tuvimos o, al menos, de volver a ser.

           A pesar de los hechos que describe, la madrileña consigue hacerlo de una manera poética pero también reivindicativa -si bien en eso también consiste la poesía- en la que entran en juego tres generaciones: abuelos, padres y nietos. Cada uno aporta su visión de los hechos desde la edad que los caracteriza pero todos reman al final hacia la misma dirección.

           Los besos en el pan es un recuerdo al gesto de valor y aprecio hacia al pan, al alimento, al sustento tan básico pero que muchos no podían disfrutar de él. Almudena Grandes consigue emocionarnos con su historia, que es la historia de todos; la historia del ayer y del hoy con la esperanza de que mañana tal historia cambie.