lunes, 19 de septiembre de 2016

SONETOS, William Shakespeare



Sonetos
William Shakespeare
Navona Editorial
Barcelona, 2016




           William Ospina (Herveo, Tolima, 1954) es un escritor, periodista, y traductor colombiano. Ha escrito varios ensayos sobre Lord Byron, Edgar Allan Poe o Emily Dickinson. Ha obtenido varios premios como el Premio Nacional de Poesía (1992) o el Premio Rómulo Gallegos (2009).

           William Shakespeare utiliza la locución latina tempus fugit para hablar del paso del tiempo, su preocupación por la belleza, la estética, el aspecto físico más que por la vejez en sí cercana a la muerte: "Mira en tu espejo y dile a ese rostro que llevas: / "Ya es tiempo que este rostro le dé a otro su gracia"".

           A menudo se cuestiona la pervivencia de sus versos; si se olvidarán cuando él ya no esté o si alguien los recogerá. Podría plantearse como una preocupación pero la sensación que nos transmite el inglés no es esa. Más bien es el deseo de conocer lo que sucederá en el futuro.

           El amor, como no podía ser de otra manera, también está presente a lo largo de toda su poesía. Sin embargo, no es un canto a la persona amada, como suele ser lo habitual, sino un acto de protección hacia la amada: "Por tu amor yo declaro la guerra al tiempo ciego, / Y lo que él te arrebata, de nuevo te lo entrego".

           William Ospina ha hecho una maravillosa selección de los sonetos de William Shakespeare mostrando temas que se unen entre sí como son la belleza y el amor, el pasado y el futuro. A través de ellos podemos ver al poeta inglés, sus inquietudes, sus anhelos y sus miedos. En suma, Ospina logra dibujar y recoger el alma de Shakespeare.


XXXIII


Full many glorious morning have I seen
Flatter the mountain-tops with sovereign eye,
Kissing with golden face the meadows green,
Gilding pale streams with heavenly alchemy;
Anon permit the basest clouds to ride
With ugly rack on his celestial face,
And from the forlorn world his visage hide,
Stealing unseen to west with this diisgrace:
Even so my sun one early morn did shine
With all-triumphant splendour on my brow;
But, out, alack! he was but one hour mine,
The region cloud hath mask'd him from me now.
           Yet him for this my love no whit disdaineth;
           Suns of the world may stain when heaven's sun staineth.



33


Más de una vez he visto que la gloriosa aurora
Acaricia las cumbres con sus ojos ardientes;
Besa con rostro de oro el valle verde, y dora
Con celestial alquimia los pálidos torrentes;
Y he visto luego nubes ruines que han escondido
Bajo sucios jirones esa cara celeste,
Y cómo, hurtando el rostro a este mundo perdido,
Inadvertida escapa, deshonrada, al Oeste.
También mi sol brillando se levantaba un día,
Con todo su triunfante filgor sobre mi frente,
Pero, ay, solo una hora su plena luz fue mía,
La región de las nubes la enmascara al presente.
           Mas no siente desdén, mi amor, ni desconsuelo;
           Mi sol puede eclipsarse, si se eclipsa el del cielo.



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