jueves, 23 de junio de 2016

LAS ISLAS INVENTADAS, Manuel Jurado López




Las islas inventadas
Manuel Jurado López
Aguaclara editorial. Anaquel de poesía
Alicante, 2016




           Manuel Jurado López (Sevilla, 1942) es poeta, escritor y crítico literario. A lo largo de su trayectoria como escritor tiene en su haber la publicación de un buen número de libros de poesía, entre los que destacan Épica de otros territorios (Point de Lunettes, 2006), Poemas de Ginebra (Premio Tiflos, 1993) o El viajero en el desierto (Premio Arga, 1993); novelas, libros de poesía infantil y varios volúmenes de relatos. Ha recibido varios premios literarios, entre los que podemos destacar el Premio Internacional Miguel Hérnandez 2005 por La luz es una espada o el XVI Premio de Poesía "Paco Mollá" 2014 que corresponde a Las islas inventadas

           El poemario consta de tres partes. En la primera, "Cierta manera de colocarse las lentes", el autor en estas islas integra su mitología con la naturaleza a la que hace protagonista de sus descubrimientos y emociones. Ve en ella lo que no ve en los humanos: gratitud, lealtad, altos muros de sabiduría indescifrables: quizá cuando regresen / los pájaros violetas / habremos aprendido su alfabeto.
           Jurado nos invita a escuchar a la naturaleza, a saber ver lo que nos rodea, a que nos detengamos en la verdad que nos envuelve y que, sin embargo, andamos como ciegos por la oscuridad. La poesía, el arte de embellecer a las palabras, no está a la altura de la naturaleza. El poeta, al contrario de mostrarse apenado por esta circunstancia, alaba a la naturaleza, expresándonos que no hallaremos más belleza en las palabras. Éstas pueden salvarnos pero para Jurado López nada sana más que la mímesis con aquello que nos rodea: La isla a la deriva / nos aleja del mundo / teñido de escarlata.

          La segunda parte, "No es saludable tener apretado el nudo de la corbata", se entrega por completo al amor, asunto que aborda desde diversas perspectivas: amor = muerte, amor - resignación, amor entre personas que no llegan a entender sus diferencias. El poeta es consciente de cómo es, sus virtudes y defectos, y finalmente se acepta adquiriendo en ciertos momentos un tono de indiferencia: conoce sus fallos pero no quiere cambiarlos a pesar de que su amada (el poeta habla por boca de su amada) le recrimine ciertos actos: Yo ya no tengo edad, y estoy cansada / de ir detrás de ti, como una madre

           Como bien dice Rosa Francés Requena en el prólogo, este poemario es un "refugio sentimental" donde el autor da luz a sus sentimientos más profundos. En la última parte, "Hay días en los que es mejor quedarse en casa", nos revela su sensación de soledad, abandono, de pérdida (la de su amada) y evoca también a su niñez, donde está presente el tema de la muerte y la ausencia. 
           Jurado llega a conmovernos y a hacernos partícipes de su dolor en poemas como "Despedida". Adentrarse en estas islas inventadas es adentrarse en el corazón del poeta, en la lágrima que parece que va a caer pero que lo hace en silencio; es tomar consciencia de lo bueno que nos rodea a pesar de la negrura - a veces- de su envoltorio.



SERPIENTE


Prefiero la punzante
inquietud de la duda.
La verdad es tan fría
como los llamadores
de las viejas casonas
o el trallazo que suena en las espaldas
del bosque de los nombres.
No soy nada dogmático.
La verdad viste a veces
un lenguaje vacío.
Con desnudas palabras
destila su veneno
en la boca reseca
de los que la pronuncian.

Si me muerdo la lengua
me convierto en serpiente.

           

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